Aquella mañana desperté con la nueva melodía de alarma de mi telefono celular. Pensé que sería menos traumatico el momento pero creo que me equivoqué. La melodia, que escogí la noche antes, no es apropiada para un apacible despertar, y el abrir mis ojos sobresaltada en la mañana no es algo que definitivamente aprecie.
Sin embargo el ver a mi novio medio dormido estirar el brazo y coger mi vincha de cabello en lugar del telefono celular para apagar la alarma me hizo sonreir. Fue en verdad muy gracioso pues por lo general soy yo la que no despierta rapidamente y es él siempre el mas dispuesto a levantarse de la cama. Esta vez sin embargo lo noté muy cansado y sin interes de cumplir su promesa de la noche anterior: sacarme de la cama de inmediato para no llegar tarde al trabajo.
Una vez listos (bañados, cambiados y con la puerta del departamento bien cerrada) bajamos al estacionamiento llevando una gran cantidad de ropa sucia que depositamos en la maletera del auto. Me siento de muy buen humor creo que generado por el abrazo que mi novio me dio antes de despertar completamente, un abrazo suave pero firme con el que me hizo sentir muy bien y me llenó de energía.
Lo observo mientras abre la maletera y no resisto darle un beso en la mejilla diciendole alguna frase tonta que en este momento no recuerdo. Lo unico que tengo en la mente es mi rostro acercandose al suyo para depositar una cuota de todo el amor que siento por el hombre con el que vivo desde hace poco tiempo. Pero no veo respuesta de su parte sino un movimiento de cabeza alejando sutilmente el rostro y silencio absoluto. Se lo comento y el sonríe diciendo que no fue así. Me quedo pensando si no le gusta el hecho de que yo sea una adicta a su presencia. Dentro del auto me pide de una manera graciosa que guarde silencio al menos por 10 minutos, lo cual me hace recordar a mi madre, primos y algunos amigos cercanos comentando que hablo como un loro. Me pregunto que tanto necesitará mi novio estar en absoluto silencio sin mis palabras, sin mi voz... entonces no resisto y abro mi boca antes de los 10 minutos... el rié y me dice que aun no es tiempo...
El es actualmente el motivo de mi felicidad, de mi risa y mis ganas de vivir. Tal vez suene un poco exagerado pero es la verdad. Tengo muchas cosas buenas y las disfruto a mi manera, como mis padres, mi hermana, mi perro, mis amigos, mis familiares. Recuerdo muchas situaciones que me han provocado risa antes pero luego de conocerlo las cosas son diferentes porque me hace feliz y me siento parte de algo importante, algo que formo en conjunto con él. Siento que somos dos y somos uno al mismo tiempo.
Recuerdo la primera vez que lo vi. Viernes 10 de octubre del 2008 por la noche. Ese dia salí de la oficina con tres amigas y el unico plan que tenía era conversar y comer algo en el departamento de una de ellas. Un par de horas despues ya me estaban presentando a este cubano de aspecto tranquilo al cual saludo con un beso en la mejilla diciendole mi nombre.
Se sentó frente a nosotras en una silla. Lo primero que noté fueron sus ojos bonitos y su cabello oscuro pero no me concentré mucho en él por varios motivos: estaba cansada, poco arreglada, sin mucha disposicion para conocer a alguien, y porque yo estaba saliendo con otro chico.
Esa noche transcurrió sin mucho alboroto. No estaba muy interesada en continuar ahí, sentía un poco de sueño, no debido a la compañía, pero si al día pesado que tuve en la oficina. A medianoche recuerdo la promesa de llamar al chico con el que salía para saludarlo por su cumpleaños. Me retiro hacia la entrada del departamento para hacer la llamada porque no hay buena señal desde donde me encuentro. No me puedo comunicar asi que dejo un corto mensaje de voz y mientras lo hago veo a este nuevo chico inclinarse hacia donde estoy y mirarme brevemente... "que extraño" pensé en ese momento y no le di mayor importancia aunque me pareció gracioso.
Vuelvo a la sala y continúo escuchando la conversación que el grupo mantiene. Miro mis botas, que lindas, me hacen ver mas alta. Recuerdo que llevo el cabello amarrado, bien amarrado y ajustado con unos ganchitos. Miro a mis amigas que se rien más que antes motivadas obviamente por el nuevo ejemplar que tenemos delante. Lo miro nuevamente y noto que tiene una bonita sonrisa pero evito mirarlo demasiado. En algun momento su sonrisa hacia mi es un poco extraña pero eso no me hace pensar que existe un interés de su parte. (intererés que despues quedó confirmado, pero eso lo explicaremos luego)
Se hacía mas tarde, nos depedimos y salimos del departamento, subimos al auto y vamos camino a casa de una de mis amigas a dejarle sana y salva... hasta el Callao... (Dios mio que lejos! yo ya tenía mucho sueño). En el camino me comentan que el nuevo tipo les pareció lindo. No puedo decir lo contrario, pero no con el marcado interés que ellas demuestran. Bromean tambien diciendo que le pedirán a la dueña de casa que el dia de su proximo matrimonio, lo ubique en la misma mesa que a nosotras para conversar y conocerlo más...pero veo que necesitan un poco de ayuda para lograrlo asi que tomo el teléfono y yo hago la petición. Listo. Solucionado el asunto. Ya podemos seguir, lo único que quiero es llegar a mi casa y dormir.
Pasaron un par de días y una de esas amigas me invita a una grabacion de voces en el estudio de sonido donde trabaja su novio, al comienzo me niego porque recuerdo que tengo el compromiso de ir al gimnasio con otra amiga pero luego se me ocurre la idea de llevarla también al estudio. Si lo que necesitan son voces una mas no vendría mal cierto?
En el estudio nos presentan con otras personas y nos quedamos en una habitacion pasando el rato con unos piqueos (eso me mantenía animada) mientras esperábamos que todo empiece. Luego de unos minutos se inicia la grabación que me hacia reir mucho por la forma media desorganizada en la que todo lucía. Despues de un rato tuvimos que cantar una corta canción. Y ahi estaba él delante de todo el grupo moviendo las manos e indicando con el dedo cual persona debía dejar de cantar a su señal. Recuerdo que cruzamos miradas un par de veces y otras veces no sabía si me miraba a mi o a la chica que estaba sentada detrás mio. Entonces me concentré en las demas personas y me reía constantemente con mi amiga de la situación graciosa en la que nos encontrábamos. Cuando todo terminó nos despedimos (no sin antes comer un par de quesitos más) y salimos de esa habitación. En la entrada estaba él conversando con la misma chica que estuvo sentada detrás mio en la grabación. Brevemente pienso que tendrían algo pendiente y me despido con un beso áapido para retirarme y no interrumpir nada, subo al auto de mi amiga y partimos hacia el gimnasio comentando lo gracioso de la noche (especialmente lo relacionado a uno de los chicos que cantaba con voz de sacerdote y la cara de ratón de otro de ellos)
No pasaron muchos dias antes de su primera llamada telefónica, la cual hizo averiguando previamente mi numero con una amiga pues nosotros no tuvimos oportunidad de conversar como para poder dárselo si el me lo pedía. Me dice me encantaría salir contigo". Tan solo escuchar el "me encantaría" me hace sentir que de verdad quiere verme. Me hizo sonreir. Claro que puedo salir con el, por qué no? Pero, esperen: viernes? No puedo! tengo planes con otro chico pero no se lo puedo decir. Sabado? Tambien tengo planes! Pensemos rapido! Mi boca se abre y propongo vernos el domingo. Si, domingo es ideal al menos para mi y no supe si lo era para él hasta que me dijo que si. Entonces iríamos a almorza el domingo.
Los domingos por lo general son dias aburridos y pesados. Yo solía quedarme en cama durmiendo hasta la tarde (no viene al caso contar mis anteriores fines de semana pero por algo estaba cansada esa mañana) Ya era mediodía y este nuevo chico no me llamaba.
Qué se cree? que me va a plantar? No. No lo haría. Podría decir que estaba muy interesado en verme. Entonces puedo seguir durmiendo unos minutos más...pero si lo hago tendré mas ojeras.... En realidad estoy cansada y no tengo muchas ganas de levantarme de la cama pero por otro lado pienso que sería interesante salir y conocerlo. El teléfono demoró un poco más pero finalmente sonó. Era él. Conversamos un rato y acordamos vernos a las 2pm en un restaurante. Yo sabía muy bien que no llegaría a la cita a la 1 pm por eso cambié el horario.
Llegué casi puntual (2.10pm?) y el salía de la librería que está cerca. Llevaba un polo azul de delgadas lineas negras, el cabello con gel y ví nuevamente sus bonitos ojos. Me acerqué, lo saludé y caminamos al restaurante. No podria recordar todas las cosas que él me contaba durante el almuerzo, no recuerdo haber salido antes con alguien a quien no conocía en lo mas mínimo, sin embargo ahi estaba yo sentada en una mesa con el cabello todavía humedo recogido en un moño y con poco maquillaje. En algun momento él me toma de la mano y no la suelta, la besa y me mira, no se como reaccionar pues sus movimientos no son bruscos sino muy delicados. Pero no puedo comer, no puedo concentrarme bien en las cosas que debo decir. Tranquila. Respira. No te ruborizes. Mira hacia otro lado y recupera tu estado de seguridad ante este tipo que no deja de mirarte y en el fondo te empieza a intimidar.
Seguimos asi durante una hora en la cual yo me seguía preguntando qué pasaría por su cabeza para seguir besando mi mano. Terminando de almorzar me propone ir por un café y acepto. Luego del café fuimos a su casa por su chaqueta, luego al cine, después nuevamente por otro café, pasamos a comer una hamburguesa, caminamos muchas cuadras y finalmente terminamos tomando otro café. Todo lo que hicimos ese día fue alargar las horas. Lo único que no se pudo alargar fue la vida de la flor que el cortó de un jardín para regalármela: una margarita muy bonita de petalos muy blancos. Inocente margarita que adornó mi bolso toda la tarde hasta el final de la noche.
Ese fue, sin saberlo en ese momento, el inicio de nuestra maravillosa relación. Relación que no esperaba y que ha llenado mi vida de momentos muy agradables y felices.
